Éste fue uno de los aperitivos que llevé a la cena de San Juan.
Jugando con la versatilidad de las obleas, podemos conseguir presentaciones muy buenas y si además mezclamos sabores podemos llegar a conseguir sorprender a nuestros comensales.
Tanto a la sobrasada como a la morcilla les va muy bien algo dulce.
Esta vez a esta morcilla le acompañó un toque de miel, que suaviza el sabor.
Ingredientes para 16 obleas:
1 paquete de 16 obleas medianas " La Cocinera".
1 morcilla, la nía era de arroz de Burgos, de unos 300-400 gramos.
Miel.
1 huevo batido para pintar.
Elaboración:
Precalentamos el horno 180 º calor arriba y abajo.
Destripamos la morcilla y la deshacemos con un tenedor.
Abrimos el paquete de obleas y las disponemos en la mesa de trabajo.
En cada oblea, pondremos un poco de morcilla y un poco de miel, como media cucharadita.
Cerramos las obleas, dándoles forma de saquito, juntando todos los bordes a la vez, haciendo pañuelos o simplemente como si hiciéramos una empanadilla, como más os guste.
Pintamos con huevo batido, llevamos al horno hasta que la oblea esté hecha.
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