MANZANAS ASADAS

Un recuerdo de esos que afloran, sin más, de mis años de infancia, asociado a la cocina, es el momento en el que en casa de mi abuela, desprendía por los resquicios de un horno de gas, un olor a manzanas asadas. Cuando se abría la puerta de aquel horno y la mano de mi abuela sacaba la bandeja con las manzanas y la gelatina que quedaba en ellas, me siento bien, segura, como aquella niña que experimentaba sensaciones con olores y sabores, y que toda su preocupación en aquel momento era poder meter la cucharilla la primera para llevarme aquel manjar tan exquisito, sin más, sin tener mayores pretensiones, era todo en aquel momento, circunstancias y lugar.
Por ello quizás es por lo que disfruto tanto haciendo esos platos que en algún momento de mi vida han podido llegar a recordarme aquellos tiempos tan felices, insignificantes entonces y tan importantes ahora cuando buscar la felicidad es tarea tan ardua y a veces incluso agotadora. Hubo momentos en que la felicidad se podía manifestar en que tu querida abuela te preparara unas manzanas con azúcar y canela. quizá la felicidad sea eso, momentos efímeros, sin importancia , pero que cuando piensas en ellos te transportan, te reconfortan y y te alivian de todo lo demás.
Y después de toda esta parrafada, por culpa de un día un poco sentimental, sin dilaciones os propongo mi receta, unas manzanas asadas, para mí, indispensables como postre de invierno. Deliciosamente dulces, especiadas. Son tan fáciles que os animo a que las hagáis aprovechando su temporada.

Ingredientes:
6 manzanas golden, las suficientes para ocupar la fuente de cristal que dispongo.
6 cucharadas de azúcar moreno, una para cada manzana.
3 palitos de canela en rama, medio para cada manzana.
Una lasca de mantequilla para cada manzana.
1 vasito de vino dulce, el mío Málaga virgen.

Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo.
Lavamos las manzanas. Si tenéis descorazonador, haremos lo propio con cada manzana, si no, con ayuda de un cuchillo afilado, le haremos un hueco a la manzana, quitándole la parte de arriba del rabito y la parte de abajo.
Las colocaremos en la bandeja que dispongamos.
En el agujero que hemos prácticado a la manzana, le meteremos medio palito de canela, la cucharada de azúcar y la lasca de mantequilla. Regaremos con el vasito de vino.
Introducimos en el horno y dejamos sobre unos 30- 40 minutos, que veamos que la piel se arruga y la manzana está muy tierna.
Sacamos y regamos con el jugo que haya en la fuente. Servimos y a disfrutar.

Nota: 
Podemos acompañar con un poco de sirope de chocolate y una bola de helado de vainilla.

Buen provecho !!!