Recuerdos de una generación envidiable, una generación que comienza a disfrutar de un descanso merecido, después de muchos sacrificios. De una infancia dura, pero feliz, por que aquello que tenían, de lo poco con lo que contaban, era de lo que disfrutaban, sin pretensiones, simplemente vivían, sin más. Es la generación de mis padres, los que nacieron a mediados de los años 40, una generación maravillosa, a los que les dedico esta entrada de hoy.
Ingredientes para 4 personas:
1,5 de un buen caldo, el mío, el de cada semana, muslos de pollo, morcillo, gallina, carcasa, patatas enteras, zanahoria, puerro, apio, nabo, chirivía, hueso rancio y manteca rancia.
Media barra de pan estrecha, a ser posible que no sea del día.
4 ajos
3 huevos
Pimentón dulce
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Cortamos el pan en rodajas finitas y en una bandeja de horno, forrada con papel vegetal o albal, lo tostamos unos minutos con el grill, que coja color, no quemado. Reservamos.
En una olla vertemos las dos cucharadas de aceite y los ajos laminados. Dejamos que cojan color, no se deben de quemar ya que amargaría, solo dorados. Apartamos del fuego la olla, aún caliente y añadimos más o menos media cucharadita de pimentón dulce, más o menos, mezclamos apartándo del fuego, por lo mismo que el ajo. Si el pimentón se quema, amarga el guiso.
Cuando ya lo hemos mezclado con el aceite y los ajitos, vertemos el caldo y lo incorporamos de nuevo al fuego, medio.
Cuando el caldo empiece a estar caliente, incorporamos el pan tostado y dejamos cocer todo junto unos 5 minutos. Cuando nos falte un minuto, cascamos los huevos, les rompemos la yema, mezclamos y retiramos del fuego.
Dejamos reposar unos minutos y servimos nuestra sopa castellana o sopa de pan.
Buen provecho !!!
hay Ana, esta sopa no va mucho conmigo pero aún así, un poquito si comería por ser tuya, eh? :)
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